Una de las necesidades básicas del ser humano es la necesidad de pertenencia, de saber que pertenecemos a un grupo y de que se nos reconoce como miembro de pleno derecho. La familia es el primer grupo que satisface esa necesidad (con amplias diferencias según de qué tipo de familia se trate). Después, la escuela, el instituto, la universidad, son nuevos grupos. Cuanto más puede el grupo transmitir un sentido de pertenencia, más se cohesiona y consigue motivar a sus miembros.