En estas páginas hemos reflejado la experiencia de los últimos cinco años respecto a actividades que favorecen el hábito lector en los estudiantes de educación secundaria. Es importante plantear lecturas optativas y voluntarias, así como situaciones donde los adolescentes puedan exponer e intercambiar sus trabajos e impresiones con los libros. El gusto por la lectura no se enseña, sino que principalmente se transmite; es la actitud positiva y contagiosa hacia los libros la que más influirá en este fin educativo.