La música es un elemento esencial para el desarrollo integral de las personas, puesto que su aprendizaje y comprensión favorecen la adquisición de valores sociales a través de la gestión de las emociones y de la creatividad. Con el fin de que el discente asimile dichos valores mostramos una práctica musical de carácter transversal mediante la cual se refuerza la inclusión, la creatividad y la expresión artístico-emocional.