En un mundo globalizado y tecnológicamente avanzado, el ejercicio de una ciudadanía responsable requiere disponer de una formación científica que permita intervenir en la toma de decisiones sobre cuestiones de interés social. Los jóvenes deben tener una enseñanza de la ciencia que les permita desarrollar la competencia científica, pero ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de competencia científica?