Sostengo que la aritmética fue, y aún es, la fuente original del álgebra como instrumento para expresar generalidad y controlar lo desconocido. Lejos de estar cultural y políticamente anticuados, los problemas matemáticos son un componente vital en la transición ontogénica desde la aritmética al álgebra y su papel es decisivo en el futuro de la aritmética.