Animar a leer, es decir, estimular el deseo de acercarse a un libro y leerlo libremente, es la máxima ambición de un lector. Los lectores expertos tienden a olvidar sin embargo que la facilidad con que ellos recorrieron el camino a los libros no es universal. Esa misma experiencia ha podido estar para otras personas ensombrecida por la angustia y el desánimo. Amar leer no es un deseo elemental o inmediato. Tan ineludible como quebrar prejuicios y vencer resistencias es idear estímulos y recompensas. En los hogares y en las aulas, en las bibliotecas públicas y escolares, en la prensa y en la…