La ignorancia, la falta de información o simplemente no querer mirar más allá hacen que los jóvenes tutelados caigamos en el olvido. Ahora que soy capaz de mirar mi pasado desde el cariño y con perspectiva, me doy cuenta de lo importante que era el respeto, la comprensión, sentirte uno más sin diferencias ni estigmas. Sentir que alguien apuesta por ti, que no te mira diferente, ni siente lastima, es tan simple como recibir dignidad.