Nuestro conocimiento y comprensión sobre la naturaleza de las ideas previas de los estudiantes de química se ha incrementado considerablemente en los últimos treinta años (Kind, 2004; Taber, 2002). Los resultados de una gran variedad de investigaciones educativas en esta área indican que es razonable esperar que un número significativo de alumnos en todos los niveles educativos, desde la escuela primaria hasta el posgrado, expresen ideas sobre sustancias y procesos químicos que difieren de las aceptadas por los profesionales de la química. Estas concepciones alternativas se manifies…
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