A pesar de ser habitual ver la figura del profesor en solitario, la suma de las fuerzas entre profesionales es lo más positivo para la acción docente. De esta manera, este capítulo remarca la importancia del trabajo en equipo, del hecho de crear un clima positivo de trabajo y establecer relaciones positivas entre compañeros a través de la comunicación, las habilidades sociales, la empatía o la gestión de conflictos para garantizar la integración del profesorado en un buen clima de convivencia.