La valoración social del ordenador ha llegado a tal nivel que parece un recurso imprescindible, que lo importante es tener siempre el último modelo y la escuela se suma a la moda; y cuantos más, mejor. Pero, ¿qué hacemos los profesores con ellos? ¿Qué hacen los alumnos y alumnas delante del ordenador? ¿Necesitaremos la asignatura del PC?
A menudo nos preocupamos más por la forma que por el contenido, el medio por encima de la finalidad. Como si cuantos más libros y material educativo de última generación posea una escuela, sus alumnos y alumnas tuvieran que ser más cultos, más …