La evolución en los usos lingüísticos y el nuevo contexto sociolingüístico requieren también una evolución del modelo de enseñanza de lenguas que responda a los nuevos retos de aprendizaje de lenguas transnacionales y de acogida de las lenguas de las familias, manteniendo los principios que han convertido la escuela catalana en un modelo para la igualdad de oportunidades y la cohesión social.