La importancia de la tarea docente no recae únicamente en la aplicación de los conocimientos que deben transmitirse, sino también en cómo ganarse el afecto del alumnado, despertar su motivación o generar un buen clima de relación en el aula. Pero ¿cómo desarrollar la sensibilidad o tacto pedagógico, es decir, aquellas formas de trato que mejor convienen a las necesidades educativas de las personas? Abordar esta pregunta nos llevará a considerar, en este capítulo, si el desarrollo de esa cualidad pedagógica es potencialmente accesible a cualquier hombre o mujer que opte por desempeñar tareas…