El tratamiento del tiempo en los centros educativos está condicionado por una larga tradición. La utilización del tiempo aparece como un marco inamovible y no como recurso para ser utilizado. Se nos presenta como una restricción a las tareas, como una limitación que no podemos controlar. Es corriente el que no se pueda realizar todo el programa previsto, que los alumnos no dispongan de tiempo para profundizar o que los profesores no tengan tiempo para hacer proyectos curriculares o resolver la multitud de problemas que se les presenta. Esto forma parte de la cultura organizativa de los cent…