Es la naturaleza de la tarea lo que define y aguza el modo de inteligencia que las personas llegan a desarrollar. Si las personas tienden a transformarse con aquello a que se enfrentan día a día, esto sugiere que debemos examinar con cuidado extremo la naturaleza de las tareas que pedimos que realicen los niños en la escuela de infantil. Estas tareas son las que empiezan a definir qué capacidades desarrollará el niño o qué capacidades quedarán atrofiadas.
(Eisner, E., 1995)
Esto no es una pipa
Si profundizamos un poco más en esta idea (dentro de los límites que marca la extensión de…