El claustro del CP Ruperto Medina, de Portugalete, oyó hablar sobre el voluntariado en diversas experiencias educativas durante un curso en febrero de 1996.
Como a otros tantos profesores, nos preocupaba comprobar que, a pesar de nuestros esfuerzos, existían alumnos con un rendimiento inferior a sus potenciales. Andábamos a la búsqueda de alguna fórmula que nos permitiese dar respuesta a cada uno de los niños. Teníamos aula de apoyo, consultora, un número, en general, aceptable de alumnos y alumnas por aula; sin embargo, seguíamos tropezando en aquellos niños que no acababan de des…