Este artículo plantea la necesidad de los proyectos de lengua con objetivos propios. A partir de los principios básicos de la teoría de la actividad se examinan algunas experiencias que muestran cómo inciden en los proyectos los distintos sistemas de actividad que se interrelacionan en ellos, los motivos que los desencadenan, los objetivos que persiguen y el sentido que tienen para los aprendices. Se destaca también el hecho de que el espacio de aprendizaje que se crea con dichos proyectos favorece la diversidad de los procesos de aprendizaje.