Esta actividad nos permite aprender el arte prehistórico de una forma práctica y motivadora, aplicable y adaptable a varios niveles en relación con el currículo. Puede asociarse al contexto inmediato o a un espacio más amplio como puede ser el sureste, el sur de la Península, etc., pero siempre acercando al alumnado el patrimonio histórico cultural. Constituye una práctica de arqueología experimental para aproximarnos a nuestro pasado y conocer mejor sus formas de vida.