El estudio de la geometría clásica tridimensional no solo debe abarcar la descripción de las figuras. También debe incidir en el análisis de situaciones reales en las que lo esencial no sea el conocimiento memorístico de la fórmula, sino la capacidad del alumnado para construir un contexto matemático en que se planteen preguntas y problemas que se deban resolver, validando posteriormente las respuestas en la situación real.