El alumnado de nuestra escuela, cuando hace lengua inglesa, se lleva un poco de esta lengua a casa para poder compartirla con la familia. Se considera un momento clave, porque la lengua traspasa los límites de la escuela, surgen nuevos espacios reales de uso muy significativos y, sobre todo, y como consecuencia directa, se despiertan una serie de emociones y sentimientos positivos.