La finalidad de la enseñanza científica en la etapa obligatoria es lograr un alumnado alfabetizado en ciencias y competente. Un pilar básico de esta educación es la selección de unos contenidos útiles y funcionales, así como de situaciones cercanas a la experiencia de los jóvenes donde poder trabajarlos; pero, sobre todo, es fundamental el diseño de actividades adecuadas que el profesorado ha de proponer al alumnado para que este sea sujeto activo de su propio aprendizaje.