En este capítulo se habla de la relación entre lo que traemos al nacer y lo que se vive y se experimenta, así como la importancia de la socialización en la construcción de la personalidad. Es decir, cómo influyen los juguetes, los cuentos o los medios de comunicación en la socialización que recibimos. En este sentido, también se describen las diferencias entre el sexo y el género y las continuidades que se establecen con la orientación afectivo-sexual dentro del sistema establecido.