Estas líneas intentan poner el acento en la necesidad de hacer una escuela más humana, que mire con respeto a los alumnos y las alumnas en los contextos familiares en los que se ubican. Una escuela que los ayude a desarrollar habilidades para la vida que los fortalezcan y les hagan estar en las mejores condiciones para aprender y encaminarse al éxito como personas.