Desde hace tiempo, se habla de la necesidad de cambiar la educación de los niños y niñas y jóvenes. Se analiza que la educación que funcionó siglos anteriores ahora, por múltiples razones, no funciona. Es necesario un cambio radical de sus estructuras didácticas y organizativas. Y esto implica una nueva manera de trabajar del profesorado y, por tanto, un replanteamiento de su formación.