La organización multigrado, reconocida por su función histórica en la alfabetización de las periferias socioeconómicas, puede llegar a ser un laboratorio de experimentación, por lo menos en lo que se refiere a dos elementos: el aula multigrado y el modelo de enseñanza-aprendizaje. De esta forma, las escuelas rurales, con sus características peculiares, pueden ser el punto de partida para futuras tomas de decisiones en oposición a un sistema escolar homogéneo.