Hace calor en el estudio de grabación. Es el último piso, es verano y ese sol de justicia que tanto ayuda a madurar la uva calienta también las casas.El locutor ordena sus guiones transmitiendo tranquilidad a las otras dos personas que están con él en el estudio. Es un profesional. Consulta su reloj, deja los folios a un lado, mira a la mujer y al niño que le acompañan y, haciendo una seña a los del equipo, susurra: “Estamos en el aire”.-Fieles a nuestro compromiso con el medio rural tenemos en el estudio a un niño de diez años, Marcos, y a su madre, M.ª Carmen Sáez, vocal de la…
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