A partir de una escena descrita por un docente de un aula multigrado de escuela rural, se pueden evidenciar los problemas derivados de las prácticas tradicionales de evaluación en el campo de las ciencias sociales. En torno a estas evidencias y en función del potencial de las aulas multigrado para el aprendizaje, se proponen alternativas de evaluación basadas en las preguntas y no solo en las respuestas del alumnado.