En este artículo se analiza la evaluación de los aprendizajes de los alumnos en la resolución de problemas desde el punto de vista de la complejidad de la tarea. Para ello se propone, por una parte, evaluar los procesos de los estudiantes durante la realización de la misma, y por otra, evaluar los progresos de los estudiantes a lo largo de un período de tiempo suficientemente largo como para que se pueda dar una mejora significativa.