En este artículo se comparan las propuestas de evaluación planteadas para el área de historia en el marco legal de la LOMCE y el nuevo decreto curricular del Gobierno Vasco de diciembre de 2015. De su estudio se desprende la compleja situación ante la que se sitúa al docente al tener que compaginar en su labor dos fórmulas de evaluación que se pueden calificar como contrapuestas.