Aunque el uso de los videojuegos en el aula es todavía una práctica minoritaria, cada vez encontramos más experiencias realizadas en la ESO dentro de la asignatura de geografía e historia. Por ello, es necesario aplicar un tipo de evaluación para que su uso sea significativo y experiencial, basándonos en cuatro preguntas esenciales: qué, cuándo, cómo y con qué evaluar.