Los niños y niñas están expuestos a informaciones e imágenes de casas destruidas, terremotos, atentados… Oyen hablar de ello a los adultos, lo ven en la televisión.Ante estos desastres, los adultos podemos experimentar diferentes emociones que van desde el miedo hasta la ansiedad. Los niños pueden verse afectados tanto por lo que ven y oyen directamente como por la respuesta de los adultos. Hay que tener en cuenta que, delante de una tragedia, los niños recogen nuestro malestar (así, conviene que nos calmemos antes de hablar con ellos).Lo cierto, no obstante, es que no son necesar…
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