Buena parte del estar bien pasa por tener las necesidades básicas satisfechas, además de poder expresar y aceptar los propios sentimientos cuando no es así. Algunas de estas necesidades tienen que ver con el bienestar físico, la seguridad o la tranquilidad. Así pues, la manera de organizar nuestra vida cotidiana es un factor esencial para la consecución de una vida emocional sana. En este capítulo se reflexiona en torno a la trascendencia de crear espacios y tiempos que permitan acompañar las emociones de forma saludable, estableciendo normas y rutinas. Asimismo, se aborda la importancia de…