Actualmente existen evidencias casi incuestionables para todos aquellos que de una u otra forma se dedican a la formación permanente del profesorado, fruto de los cambios en el contexto social y el sistema educativo a lo largo de la historia. En este capítulo se analizan los aciertos y errores de dichas evidencias, para definir aquellos aspectos que aún quedan por conocer y los obstáculos que deben ser abordados.