Cognición y emoción son dos procesos complementarios, mutuamente influyentes e indivisibles. La comprensión del conocimiento matemático, como fenómeno mental de carácter cognitivo, también posee una naturaleza emocional intrínseca. Por ello, nos proponemos identificar las emociones de los estudiantes durante la actividad en el aula para evaluar y desarrollar de mejor manera su comprensión matemática.