¿Nos hemos preguntado alguna vez si nuestros hijos se emocionan al ver una película? ¿Si sienten compasión por los demás? ¿Si son capaces de meterse en la piel de personajes de ficción y analizar las consecuencias de sus actos?
Lo cierto es que mi hijo de 9 años, después de ver La Momia o Piratas del Caribe, se pasa días enteros recreando esas películas con sus juegos.