Las escuelas de verano promovidas por los Movimientos de Renovación Pedagógica significan un modo original de hacer formación del profesorado, coherente con la idea de escuela pública que proponen. Rompen con un modelo tecnocrático de docente e incorporan una experiencia de vida educadora, añadiendo la demanda de un compromiso ético y político a un desarrollo profesional acorde con una educación liberadora.