Esta importancia concedida al método hace que el ideal de esta enseñanza sea colocar los niños, al estudiar ciencias, en la misma posición de espíritu que es peculiar del investigador, no para que descubran por sí mismos en unos años lo que ha requerido siglos de la vida de la humanidad para su descubrimiento, sino para que, al mirar a través de sus ojos y manejar sus instrumentos, adquieran para aplicarlos después a las demás cosas de la vida las cualidades de observación, raciocinio, etc., propias de un hombre de ciencia. (Margarita Comas, 1923)
La enseñanza tradicional
tradicio…