En el País Vasco el alumnado de origen inmigrante se enfrenta al reto de cursar un currículo bilingüe con una lengua de uso social minoritario y de tipología no románica, como es el euskera. Este reto también lo es para el profesorado y para el sistema educativo en su conjunto. En este artículo se aporta el testimonio y la visión de un asesor de educación secundaria que ha acompañado de cerca este proceso vivido en los últimos años en los centros educativos de Euskadi.