El desarrollo exponencial que está experimentando Internet y su penetración en el sistema educativo, como herramienta de exploración de datos e instrumento de apropiación de saberes, ofrece a los profesores en general, y a los de ciencias sociales, geografía e historia en particular, un inmenso depósito de información cuya acumulación cuantitativa no podrá dejar de operar transformaciones cualitativas en el propio proceso de aprendizaje: la búsqueda autónoma de fuentes diversas, la interactividad, el diseño de itinerarios personalizados para la aprehensión de los conocimientos …