En esta introducción la autora reflexiona acerca de la estructura del libro, explicando las claves de los encuentros entre educador y alumno como un elemento que sobrepasa las prácticas educativas que se imparten en el centro y que permite que ambos se conozcan y se vinculen afectivamente. Aborda la cuestión de la educación moral desde esa amplia perspectiva, acercándose a la realidad cotidiana del aula.