La autora subraya en este capítulo la necesidad de aproximarse a un punto de convergencia donde situar conceptos clave dentro del prisma multifacético del arte. Para tratar este tema, reflexiona acerca de las oportunidades que brinda la educación para que los alumnos que inicien un diálogo con el arte, reconociendo que actualmente el sistema educativo aporta pocos elementos en este sentido. Se hace hincapié también en qué debemos enseñar y aprender y de qué debe ocuparse la educación en artes visuales, revisando los diferentes modos de actuación.…