El inicio de curso es siempre un buen momento para llevar a cabo intervenciones que ayuden a cohesionar los grupos. Aunque la mayoría de alumnos ya se conocen, a veces se produce alguna nueva incorporación que necesita sentir que forma parte del grupo donde permanecerá todo el curso. Participar en un juego en el que no se tenga que competir, sino cooperar, es una manera magnífica de hacer sentir a alguien que pertenece a un colectivo y que es parte activa del mismo.