En sus muchos siglos de historia, las matemáticas se han ido desarrollando a impulsos del placer. Es la única forma de entender los esfuerzos que, a lo largo del tiempo, hombres y mujeres han dedicado a su avance, sin recompensas de ningún tipo, ni económicas ni sociales (y en el caso de las mujeres el disfrute debía ser mayor porque a pesar de las mayores dificultades, seguían dedicadas a la búsqueda). Y no sólo la continuación, sino que incluso el origen mismo de las matemáticas como tales, con su estructuración, sus axiomas y sus reglas de deducción, parecen estar ligadas al …