Desde sus inicios, la escuela El Martinet tiene la intención de ser un espacio donde las relaciones tengan un lugar propio en el que cada uno es reconocido por lo que es y por lo que puede llegar a ser. Un lugar privilegiado para las relaciones, donde el otro es el espejo en el que nos reconocemos como iguales, al mismo tiempo que diferentes. De aquí surge la necesidad de crear una comunidad con su propio idioma y rituales que, a la vez, se concretan en las tres microcomunidades donde se acoge a los niños, las familias y los maestros de cada franja de edad. Todos en un continuo proceso de a…