Los matrimonios infelices son malos para los niños y niñas. La calidad del matrimonio y el estado psicológico de los padres y madres es vital para su desarrollo. La autora analiza el conflicto conyugal y la función educativa de los padres, así como el bienestar psicológico de los niños y las relaciones entre los hermanos. En este sentido, los hijos de los padres en conflicto son más susceptibles de tener problemas de conducta tales como agresividad, desobediencia y dificultad para controlar sus emociones.