Para cualquier docente resulta imprescindible conocer cómo se producen los aprendizajes y cómo se adquieren las competencias, tanto en entornos formales como no formales. En este sentido, el capítulo analiza qué relaciones pueden establecerse entre la cultura escolar y la que existe fuera de los muros del aula, y centrando su mirada en la dimensión cultural y artística plantea el siguiente interrogante: ¿en qué sentido lo cultural y artístico compone una competencia?