La calidad de la enseñanza, entendida como la adecuación de ésta a los fines sociales que determinan las instituciones legitimadas para hacerlo, depende de muchos factores. Algunos de ellos son: buenos currículos, buenos materiales, sistemas de evaluación coherentes, etc.; pero si hay un factor especialmente decisivo, éste es la competencia profesional de los docentes, factor en el que se basa este capítulo.