Este capítulo defiende el valor de la voz y de los elementos no verbales como instrumentos de comunicación que se pueden enseñar y aprender. En primer lugar, se analiza la relación de estos elementos con las propiedades del discurso oral: la adecuación a la situación comunicativa, la coherencia y la cohesión del discurso. En segundo lugar, se relaciona la voz y la comunicación no verbal con las actitudes y puntos de vista de los hablantes. Por último, se reflexiona acerca de la importancia de la competencia prosódica en la conversación espontánea, en la lectura pública y en las intervencion…