La conexión de la escuela con el entorno es un principio pedagógico y curricular de larga tradición. Quizá algún exagerado podría decir: “ya Campanella nos sugería que los niños de la “ciudad del sol” debían aprender jugando y paseando entre los muros solares y nos advertía de los peligros de envilecer las almas con el estudio de las cosas muertas”. Sí parece cierto que con el antropocentrismo renacentista surge la preocupación por acercarnos a la comprensión de nosotros mismos y de aquellas cosas, sucesos y fenómenos que nos son próximos e influyen en nuestras vidas. Pero si…