Los profesores de lengua y literatura tenemos una oportunidad de mejorar las competencias comunicativas de nuestros alumnos y alumnas mediante la escritura de textos dramáticos, un género en gran medida olvidado en nuestras programaciones. Además, la posibilidad de que estas producciones sean representadas, tanto en la etapa de educación secundaria obligatoria como en el bachillerato artístico, supone un reto creativo dentro de la didáctica de la asignatura.