Una de las proyecciones de la educación especial en México es fortalecer la trayectoria escolar de los estudiantes con necesidades educativas especiales, a partir de la movilización de las competencias de la formación del profesorado. Ante este desafío surge una pregunta: ¿cuáles son las actitudes que presentan estos futuros educadores hacia las matemáticas? La desprofesionalización emerge como una de las respuestas ante este cuestionamiento.